"Animo, hija mía, no te desanimes. Sé valiente y soporta estos contratiempos. No temas, porque Yo estoy a tu lado"
Y entonces, al sentir tan cerca tu presencia, Señor, me llené de alegría. La angustia que quería apoderarse de mí, desapareció por completo y yo, alegre y contenta, te sonreí y me puse a entonar mis canciones favoritas. Entonces, comprendí que la vida no es oscura y sombría como la pintan algunos, que si hay momentos oscuros, cuando la niebla impide la visión del horizonte, también hay otros instantes en que el sol brilla con extrema claridad. Pero ahí estas Tú, siempre Señor, para iluminar los momentos sin luz. Contigo no hay oscuridad. En cambio sin Ti, hasta los momentos de sol se ven oscurecidos por la niebla del egoísmo.
Buenas noches, Señor.
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